Durante el invierno, el horru recupera sus funciones tradicionales donde se desarrollan los trabajos de temporada y se almacenan los productos de temporada, fabes, maíz, fruta, embutidos,... Aprovechando estos últimos rayos de sol del otoño, el horru es el taller privilegiado para la #esbilla con la pequeña cosecha de fabes
“Hay una enorme necesidad de re-plantear el mundo, de rescatar nuestra imaginación, de soñar sobre ello, de reconectar lugares y personas con lo que es real. El viaje que proponemos nos permite recordar, recrear nuestra memoria, seguir la huella antropológica que ha cambiado nuestro continente para llegar al presente, y para ir más allá observando los signos de las pistas del pasado, del presente y del futuro.” Donkijote.org